Hola , aquí os dejo una carta que escribió Carmen Hermoso, una mujer sorda profunda. ¡Nos queda tanto por hacer!
También os adjunto un cuento precioso, sobre la integración de niños y niñas sordas en la escuela.
Queridos Reyes Magos:
Os sorprenderá esta carta después de tantos días de haber hecho vuestro trabajo, pero para la comunidad sorda las cosas llegan lentamente. Soy una persona con sordera profunda desde hace 37 años, toda mi vida, mi medio de comunicación es la lengua de signos.
Me gustaría contaros cuál es la situación actual en mis estudios. Después de salvar muchas dificultades, he conseguido iniciar estudios de Bachillerato, pero este año me he encontrado con un muro mucho más alto que otros años, muro que espero no se encuentren otras personas que están en mi situación. Estudié la E.G.B. en un centro especifico de sordos que trabajaba siguiendo métodos oralistas. Mi nivel de competencia en lengua oral y escrita era tan bajo que no pude continuar estudiando. Después de varios años y dado mi interés por aprender, retomé mis estudios en la Escuela de Adultos de León, donde obtuve el graduado en Secundaria gracias a mi esfuerzo y, muy especialmente, a la ayuda prestada por el equipo de profesorado y por el servicio de Intérprete de Lengua de Signos Española, legalmente establecido.
Continué con los estudios de Bachillerato nocturno en el I.E.S. Juan del Enzina de León, este es mi segundo año. Lo voy haciendo poco a poco. Las ayudas con las que cuento, y que establece la ley, son el servicio de Intérprete de Lengua de Signos Española y las adaptaciones de acceso al currículo.
Y yo me pregunto: ¿Puede alguien creerse que en la era de la accesibilidad, cuando muchas ciudades hacen sus proyectos para favorecerla, sea este curso en el que más barreras me he encontrado?
¿Puede alguien creerse lo que me ocurrido este curso escolar con el servicio de Intérprete de Lengua de Signos Española?
¿Alguien sabe que le Lengua de signos es una lengua oficial reconocida legalmente en la ley 27/2007 y en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León?
¿Por qué la sordera sigue siendo una discapacidad invisible? ¿Por qué se desconoce cuáles son las necesidades educativas reales de una persona con sordera profunda?
¿Por qué hay tan poco alumnado sordo realizando estudios superiores? ¿Por qué teniendo las mismas capacidades que el resto de la población, no superamos los estudios de Secundaria, mientras que en países vecinos hay personas sordas que llegan a la universidad y son capaces de desarrollar sus capacidades y hacer sus aportaciones a la sociedad?
Me hago todas estas preguntas porque en la organización de mis estudios de este año me han recortado el servicio de Intérprete de Lengua de Signos al que tengo derecho y sin él es imposible que yo pueda estudiar. Debido a mis dificultades en lectura y escritura, el centro me ayudó para conseguir unas sesiones de apoyo en Lengua y Filosofía, pero no las puedo aprovechar porque sólo cuento con intérprete en las clases lectivas, según la negativa de la Dirección Provincial de Educación a ampliar este horario.
Si fuese una persona oyente podría consultar dudas con el profesorado, no tener problemas para asistir a las actividades complementarias y extraescolares, comunicarme y compartir aprendizajes con mis compañeros y, por supuesto, aprovechar las sesiones de apoyo. ¿Cómo no me voy a asentir discriminada por ser una persona sorda? Expongo esta situación para que me traigáis un 2010 mucho más accesible y para que el sistema educativo rompa las barreras de acceso a los estudios.
Os sorprenderá esta carta después de tantos días de haber hecho vuestro trabajo, pero para la comunidad sorda las cosas llegan lentamente. Soy una persona con sordera profunda desde hace 37 años, toda mi vida, mi medio de comunicación es la lengua de signos.
Me gustaría contaros cuál es la situación actual en mis estudios. Después de salvar muchas dificultades, he conseguido iniciar estudios de Bachillerato, pero este año me he encontrado con un muro mucho más alto que otros años, muro que espero no se encuentren otras personas que están en mi situación. Estudié la E.G.B. en un centro especifico de sordos que trabajaba siguiendo métodos oralistas. Mi nivel de competencia en lengua oral y escrita era tan bajo que no pude continuar estudiando. Después de varios años y dado mi interés por aprender, retomé mis estudios en la Escuela de Adultos de León, donde obtuve el graduado en Secundaria gracias a mi esfuerzo y, muy especialmente, a la ayuda prestada por el equipo de profesorado y por el servicio de Intérprete de Lengua de Signos Española, legalmente establecido.
Continué con los estudios de Bachillerato nocturno en el I.E.S. Juan del Enzina de León, este es mi segundo año. Lo voy haciendo poco a poco. Las ayudas con las que cuento, y que establece la ley, son el servicio de Intérprete de Lengua de Signos Española y las adaptaciones de acceso al currículo.
Y yo me pregunto: ¿Puede alguien creerse que en la era de la accesibilidad, cuando muchas ciudades hacen sus proyectos para favorecerla, sea este curso en el que más barreras me he encontrado?
¿Puede alguien creerse lo que me ocurrido este curso escolar con el servicio de Intérprete de Lengua de Signos Española?
¿Alguien sabe que le Lengua de signos es una lengua oficial reconocida legalmente en la ley 27/2007 y en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León?
¿Por qué la sordera sigue siendo una discapacidad invisible? ¿Por qué se desconoce cuáles son las necesidades educativas reales de una persona con sordera profunda?
¿Por qué hay tan poco alumnado sordo realizando estudios superiores? ¿Por qué teniendo las mismas capacidades que el resto de la población, no superamos los estudios de Secundaria, mientras que en países vecinos hay personas sordas que llegan a la universidad y son capaces de desarrollar sus capacidades y hacer sus aportaciones a la sociedad?
Me hago todas estas preguntas porque en la organización de mis estudios de este año me han recortado el servicio de Intérprete de Lengua de Signos al que tengo derecho y sin él es imposible que yo pueda estudiar. Debido a mis dificultades en lectura y escritura, el centro me ayudó para conseguir unas sesiones de apoyo en Lengua y Filosofía, pero no las puedo aprovechar porque sólo cuento con intérprete en las clases lectivas, según la negativa de la Dirección Provincial de Educación a ampliar este horario.
Si fuese una persona oyente podría consultar dudas con el profesorado, no tener problemas para asistir a las actividades complementarias y extraescolares, comunicarme y compartir aprendizajes con mis compañeros y, por supuesto, aprovechar las sesiones de apoyo. ¿Cómo no me voy a asentir discriminada por ser una persona sorda? Expongo esta situación para que me traigáis un 2010 mucho más accesible y para que el sistema educativo rompa las barreras de acceso a los estudios.
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